El primer dia que nos vimos sabía muy poco sobre él, solo había visto un par de fotos de su rostro y había intercambiado algunas frases a través de la web en la que contactamos. Sabía que buscaba encuentros sexuales y que si había atracción entre nosostros no deseaba un único encuentro, prefería una relación más o menos longeva. Por mi experiencia en ese tipo de encuentros me espereba un hombre seguro de si mismo, un poco prepotente y con una amplia experiencia sexual, sin ninguna necesidad de profundizar en los sentimientos, justo lo que yo necesitaba.
Llegué al bar donde habíamos quedado y miré a mi alrededor. Había unos cuantos hombres solos y una pareja. Eché un vistazo general y le manbé un whatsapp. Ningún hombre de los que estaban allí miró su teléfono. Internamente me sentí aliviada. Y al momento apareció, desde un lugar inconcreto, se acercó, me saludó cortesmente y me indicó que le siguiera. Entramos en una dependencia un poco alejada y nos sentamos en una mesa. Me ofreció café e intercambiamos unas palabras de cortesia. Mi cuerpo empezó a reaccionar y se puso alerta, al oir su voz se me erizó la piel. Imaginé esa voz profunda susurrándome al oído y sintiendo su respiración en mi cuello. De repente se acercó a mi e introdujo su lengua en mi boca. Sentí como mi vientre se contraía y le cogí de los hombros acercándole hacia mi. Mis pezones se endurecieron al contacto con su pecho y noté como me humedecia. Se levantó, me dijo que le siguiera y me llevó a una esquina, donde me abrazó por la espalda mientras su mano recorría mi torso. Se detuvo en mis pezones y los pellizcó, y sentí su miembro duro en mis nalgas. Agarré sus caderas y le atraje hacia mi, mientras su mano se deslizaba por mi vientre y llegaba al inicio del pubis. Notaba mi humedad y cogí con fuerza sus nalgas, acercando su cuerpo y su pene a mi espalda. En ese momento atacó mi sexo, paseó los dedos por mi clítoris y me introdujo el índice, mientras con la la otra mano me pellizcaba los pezones y me susurraba al oído....me gusta, creo que tienes mucho juego.
De repente se separó de mi, recobró la compostura y dejándome excitadísima me dijo.... deberíamos volver a vernos.
Me fui transtornada, húmeda y alterada....deseando volver a sentir esos músculos, esos dedos, esa lengua....
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